Me gusta leer ensayos que me acercan a otras lecturas, como hilos que comienzan a tensarse durante la lectura, (¿leer no es acaso la misma actividad que tejer?). Algunos de los ensayos de Miguel Guerra me provocaron eso, sentir cómo se iba hilando.

En ‘Odio todos los libros’, el autor no sólo ensaya su lectura o acercamiento a la literatura sino que logra asirla, domarla y, tal como él dice, pedalearla. Hacer que el engranaje comience a marchar, de la manera en la que la experiencia vital avanza.

Hay un farito de luz que alumbra en algunos textos, como Levrero, Bolaño, Pizarnik, Aira, y que se mezclaba con la vida cotidiana; una vida, además, provinciana y diversa, atropellada por la nostalgia en algunos momentos y por la ternura en otros. Lxs amigxs, la familia, las risas, la comida, los domingos, la literatura y la vida tal cual.

Edita Paraíso Perdido

Reseña y recomendación de Yomara Naomi, nuestra librera 💐


Fragmento:
"Dice Faulkner, aunque lo dice en forma de pregunta, que ninguna estrella cae sin que nadie la mire. Pienso que la amistad es así. Se materializa, toma formas diversas y a veces se hace estrella o un libro o un rompecabezas o un edificio". 

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