El Gran Danés de Corina Bistritsky es una novela corta pero profunda. Traza, en menos de 100 páginas, un horizonte personal, íntimo y, hasta cierto punto, tenso. Es una historia en donde pasa todo y no pasa nada, como la vida misma. Para mí, una novela que consuela y se asume con mucho presente.
En la historia de “El Gran Danés” no sólo hay un perro gigante que recién adopta quien nos narra, también se extiende una historia familiar que necesita explicarse desde algo más profundo, casi como un evento arqueológico; una ruptura amorosa que interviene en la cotidianeidad de ella; una amistad preciosa que abraza a la incertidumbre y, sobre todo, la confrontación de que toda certeza en la vida se sobrevive con ternura de quienes nos rodean.
"Abro los ojos y el gran danés ya está despierto. Es temprano, pero no voy a volver a dormirme. Hace mucho frío, el perro se mueve por el cuarto, hasta que se apoya contra la puerta y jadea, llamándome. No tengo ganas de hacer nada, me pasaría el día acostada en el sillón, pero llora mirando la puerta.
Salimos, caminamos unas cuadras, lo dejo atado en un palo de luz y entro a una panadería. Compro media-lunas de manteca. Se ven húmedas, imagino el almíbar pegándose al paladar. Veo al perro cansado y lo llevo a casa..."
Un libro tierno sobre vivir la soledad en compañía. 🖤
Edita Almadía
Reseña de nuestra librera, Yomara Naomi (@yomara.naomi) 💐