‘La bestia ser’ es uno de los poemarios más hermosos que he leído.
Como su subtítulo lo indica, es un monólogo entre un perro, un árbol y una piedra.
A través de una estructura fragmentaria y polifónica, el poema traza las voces de un árbol, un perro y una piedra, que no conocen otra posibilidad más que ser lo que son: un árbol, un perro y una piedra. Se preguntan, cada uno en su propio espacio, sobre su condición existencial y su deseo.
Como lectores nos deja ver que hay algo que se traza y se relaciona más allá de nuestra percepción; en esos lenguajes que se pueden construir desde el ser árbol, ser perro o ser piedra; en el cómo entre ellos se seducen y se cohabitan.
Una de las lecturas que se puede tener es desde una perspectiva alejada del antropocentrismo para poner en el centro a las formas de vida de personas no humanas.
En las voces del árbol, el perro y la piedra no hay ni siquiera un anhelo hacia algo más que no sea ser lo que son. La poética es potente desde su ser vegetal, animal y mineral. Ensayan cómo sería su amor, la soledad, su quietud, el paso del tiempo, la atracción, el deseo y el temor. Susana nos esboza el poema lírico donde se puede leer cómo es anhelar como un perro, qué pensaría una piedra de sí misma y cómo sería observar el mundo desde el ser árbol.
La voz del árbol convive desde la quietud entre el enraizamiento en la tierra y la convivencia con el aire. El perro se enamora del árbol y desea ser un pájaro para estar más cerca de sus ramas, y es a través de su olor que se logran estrechar. La piedra es concisa, transparente, mínima, espectante y sabe guardar secretos.
Esta edición es posible gracias a @tabaqueria
Además incluye un bello prólogo de Robin Myers.
No dejen de leerlo <3
lo que amás
te ata
me dijo el cielo
y aquí estoy
un perro me huele
ladra
da vueltas
a mi alrededor
aúlla, salta
quiere morder
mi inmovilidad
que no comprende
la soledad siempre
es con otro